domingo, 17 de febrero de 2013

Horas mas tardes...

Tazas vacías...
Velas apagadas...
Cama desvestidas...
Almas transmutando...
Pájaros de alas rotas...
Vestigios del ardor...
Y una duda
Haciendo casa en la cabeza.

jueves, 10 de mayo de 2012



Hay noches, días, horas, minutos, segundos, vidas y muertes en las que no nos interesa nada... ¿ Para qué nos sirven esos tiempos en los que nada nos mueve? ¿Para que entonces queremos alas si no despegamos el alma de la tierra? 
El poeta sobrevive todos los intentos de la vida y la muerte padece el amor y vive de sus nostalgias como si fuera esta su oficio...

Esta noche
No me interesa la vida ni la muerte
Solo quiero unas alas de ángel
O de gaviotas o de mentiras
Para surcar húmedas espaldas
O para estrellarme contra el espejo.
Si, lo sé. Soy la tristeza del otoño
La soledad del invierno.
No me lo tienes que gritar en los sueños
Me lo dice la nostalgia como que burlándose.
Esta noche me interesa un verso negro o azul
Quiero aquellas manos que se metieron en mi cuerpo
Que desde adentro escarban mis dolores y recuerdos.
Sé que este no es el mejor poema,
Tal vez ninguno lo sea.
Solo sé que tengo el vicio de flagelarme
Desde el alma hasta la piel…
Y no sé porque…
Un ánima mustia florece en noches como esta
Y un poeta vive sus tristezas en la tinta y el papel…


miércoles, 14 de marzo de 2012

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El silencio del héroe

El silencio del héroe
Abatido su cuerpo, su piel…
Herida que manaba primaveras
Y una leve sonrisa de triunfo
Sombreada en los labios.

La muerte no pudo con su gloria
La muerte no pudo clausurar sus ojos
Ni con la eternidad ni con el olvido.
La muerte no pudo con el peso de su nombre…

El héroe nunca fue cuerpo… no rostro ni ojos ni voz
El héroe es idea, iniciativa
Es fuego en las manos
Y puntería infalible con la palabra.

Que ni los huesos del pasado
Olvidan su fuerza
Ni el polvo de la tierra y los años
Han cubierto la huellas de sus botas.

La historia te debe páginas
En su libro, te debe la vida
La que diste y te quitaron.
Te debemos Comandante,
La ferocidad con que luchaste
Y el amor con que cargaste la revolución.
El silencio del héroe hoy es el grito
De los que van Hasta la Victoria Siempre...

JDEH2011

sábado, 10 de diciembre de 2011

Despues de todo (Jaime Sabines)

Después de todo -pero después de todo- 
sólo se trata de acostarse juntos, 
se trata de la carne, 
de los cuerpos desnudos, 
lámpara de la muerte en el mundo. 


Gloria degollada, sobreviviente 
del tiempo sordomudo, 
mezquina paga de los que mueren juntos. 


A la miseria del placer, eternidad, 
condenaste la búsqueda, al injusto 
fracaso encadenaste sed, 
clavaste el corazón a un muro. 


Se trata de mi cuerpo al que bendigo, 
contra el que lucho, 
el que ha de darme todo 
en un silencio robusto 
y el que se muere y mata a menudo. 


Soledad, márcame con tu pie desnudo, 
aprieta mi corazón como las uvas 
y lléname la boca con su licor maduro.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

A veces hay que escribir para zafarse de la inercia...

Hoy quisiera tener la necesidad de no tener nada

De miseria y hambre y luego tenerlo todo

Entonces apostarlo al amor y perder

Para así llorar y regocijarme en la nostalgia.

Dejar que se sequen los mares que habitan mis ojos

Y ser desierto y que mis lágrimas se vuelvan granos de arena

Para que me duela más el llanto de haber perdido todo.

Hoy quisiera perder la muerte,

 Dejarla preguntando por mí en los tugurios

Y que sin poderme encontrar se muera por tenerme.

Quisiera encontrar vida en una gota de agua

En un átomo en alguna partícula de Dios

En el secreto que guardan mis labios al besar.

Quisiera que alguna mano desconocida me acaricie

Y me abrigue en su puño para darme calor

Como invernadero de rosas mustias.

Hoy quiero perderme en el laberinto

De algunos ojos turbios, ebrios de magia

En donde no existan fantasmas ni quimeras

Solo lluvias de abril y flores de mayo.

Hoy quisiera perder este lápiz de mil letras

Junto a este cuaderno lleno de recuerdos y de vida

Entonces dejar de ser el “poeta” al que todo le duele

Y el que todo lo siente hasta en los  huesos.

Para entonces caminar desapercibido por las calles de la inercia.

Pero moriría, porque en mi dejaría de fluir esa tinta

De la que están hechos mis versos.





(José Ernesto 2011)