Hay noches, días, horas, minutos, segundos, vidas y muertes en las que no nos interesa nada... ¿ Para qué nos sirven esos tiempos en los que nada nos mueve? ¿Para que entonces queremos alas si no despegamos el alma de la tierra?
El poeta sobrevive todos los intentos de la vida y la muerte padece el amor y vive de sus nostalgias como si fuera esta su oficio...
Esta noche
No me interesa la vida ni la
muerte
Solo quiero unas alas de
ángel
O de gaviotas o de mentiras
Para surcar húmedas espaldas
O para estrellarme contra el
espejo.
Si, lo sé. Soy la tristeza
del otoño
La soledad del invierno.
No me lo tienes que gritar
en los sueños
Me lo dice la nostalgia como
que burlándose.
Esta noche me interesa un
verso negro o azul
Quiero aquellas manos que se
metieron en mi cuerpo
Que desde adentro escarban
mis dolores y recuerdos.
Sé que este no es el mejor poema,
Tal vez ninguno lo sea.
Solo sé que tengo el vicio
de flagelarme
Desde el alma hasta la piel…
Y no sé porque…
Un ánima mustia florece en
noches como esta
Y un poeta vive sus
tristezas en la tinta y el papel…