jueves, 10 de mayo de 2012



Hay noches, días, horas, minutos, segundos, vidas y muertes en las que no nos interesa nada... ¿ Para qué nos sirven esos tiempos en los que nada nos mueve? ¿Para que entonces queremos alas si no despegamos el alma de la tierra? 
El poeta sobrevive todos los intentos de la vida y la muerte padece el amor y vive de sus nostalgias como si fuera esta su oficio...

Esta noche
No me interesa la vida ni la muerte
Solo quiero unas alas de ángel
O de gaviotas o de mentiras
Para surcar húmedas espaldas
O para estrellarme contra el espejo.
Si, lo sé. Soy la tristeza del otoño
La soledad del invierno.
No me lo tienes que gritar en los sueños
Me lo dice la nostalgia como que burlándose.
Esta noche me interesa un verso negro o azul
Quiero aquellas manos que se metieron en mi cuerpo
Que desde adentro escarban mis dolores y recuerdos.
Sé que este no es el mejor poema,
Tal vez ninguno lo sea.
Solo sé que tengo el vicio de flagelarme
Desde el alma hasta la piel…
Y no sé porque…
Un ánima mustia florece en noches como esta
Y un poeta vive sus tristezas en la tinta y el papel…


1 comentario:

  1. No sé si uno cuando escribe bajo el ritmo frenético de un dictado interior, puede darse cuenta si su poesía es buena, mala o regular o un hallazgo de luz entre las letras. Uno escribe lo que siente, lo que puede, lo que va consiguiendo arrancar desde algún lugar insólito y luego el otro, quien te lee es quien termina convirtiendo ese grito, esa media voz, ese aliento en algo mas que letras sacadas a jirones.

    Lo cierto es que un poeta vive de esas tristezas en tinta sobre el papel.

    Qué bueno haberte leído, en este poema tuyo encontré un respiro.

    Saludos!

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